La Espiritualidad.
Cuando se trata de Dios y el Hombre solo existe un lenguaje ...... y ese es la Espiritualidad.
La meditación es un regalo divino. Es la aproximación directa, que conduce al aspirante hacia aquel de quien ha descendido. La meditación confirma nuestra herencia divina, nos da un nuevo ojo para ver a Dios bajo la gracia de la verdad, un nuevo oído para oír la Voz de Dios bajo la gracia de la totalidad y un nuevo corazón para sentir la presencia de Dios bajo la gracia de la misericordia infinita.
Dios es Deleite. El Deleite es el habito del alma que emana Amor, Armonia, Paz, Seguridad y toda la Compasion infinita que pueda existir en el micro y macro cosmo. Eso es nuestra alma y lo que vamos a desarrollar para integrarnos con la eternidad de la energía.
La conciencia individual debe expandirse. El hombre necesita inspiración y acción. La
espiritualidad necesita al hombre. La espiritualidad posee el ojo interno que
enlaza todas las condiciones de la vida.
El hombre puede hacer y deshacer sus condiciones externas mediante sus pensamientos espirituales. Para el que lleva a Dios en sus pensamientos y acciones, sólo para él, Dios es una Realidad viviente y absoluta.
La espiritualidad posee una llave secreta que abre la Puerta de lo Divino. Esta llave es la Meditación. La meditación simplifica nuestra vida externa y energiza nuestra vida interna. Nos da una vida natural y espontánea. Esta vida llega a ser tan natural y espontánea que no podemos respirar sin tener conciencia de nuestra divinidad.
La Espiritualidad es la universalidad de la Verdad, la Luz y el Deleite, es la necesidad consciente de Dios, es la oportunidad constante de realizar y probar que todos nosotros podemos ser tan
grandes como Dios por una simple, sencilla y amorosa razón, porque somos el dentro de nosotros, el vibra dentro de nosotros porque tenemos su semilla sagrada cósmica de luz. Fuimos, somos y seremos su creación de Amor o lo que es lo mismo su emanación.